Ahora que mi piel ya no te conoce, que tus dedos no se enredan con mi cabello, que tus besos ya no juegan con mis labios y que mi alma no siente que te pertenece, puedo decir que ya no te espero cada jueves, que en mi ventana sigue siendo de día y que mi corazón ya no se marchita al pensarte...
Porque gracias a vos aprendí que no hay que aferrarse a ideas tontas de amores viejos, que si se debe arriesgar el corazón que sea por una muy buena razón y que si se va a perder que sea el miedo a vivir!
A vos, Gracias!