lunes, 30 de mayo de 2011




Mientras trato de explicar el por qué de esta relación
me doy cuenta que ya no hay ninguna…

Nos conocemos pero somos tan extraños, jugando con la esencia de un querer muerto
y robando un sentimiento que no es…

Pero una vez más la pasión y el deseo pudieron más que la prudencia
uniéndonos con la oscuridad de la noche,
dejándonos escuchar nada más que nuestra respiración
y los latidos de nuestro acelerado corazón…

Mi piel tan ajena a la tuya jugó con gusto a pertenecerte
y la tuya a pertenecerme…

No importo si no era el lugar… Era justo el momento…

Un momento sin sentimiento… Pero lleno de pasión.